JuventudFuenla

Cuando estoy en la red no me siento sola, ya que estoy rodeada de programas que hacen que me divierta. Estos son una especie de muñequitos microscópicos, que hacen que cuando miras a la pantalla te duermas durante unos segundos, y mientras te echan una sustancia en los ojos, que hace que no puedas apartar la vista de la pantalla. (Continúa leyendo…)

Aunque parezcan malvados, solo quieren ayudarnos para que podamos librarnos de los malos pensamientos, los Malinis.

Un día los programas me invitaron a que formara parte de ellos. Claramente yo acepté, y estuve echando las sustancias por todo el mundo. Vi ojos de todos los colores y de todas las formas, y también conocí a los Malinis.

Ellos me hechizaron y estuvieron a punto de convertirme en una de ellos, pero intervinieron los “programas” echándome las gotitas en los ojos haciendo que en el alma hable el dolor y la tristeza, y la purifique vaciándola de sus llantos.

Esto es lo que hacen los programas y los Malinis, purificar almas y librarlas de malos pensamientos. También convierten pequeños detalles en grandes aventuras, pero esa es otra historia.

Categorías: I Concurso Relatos 2.0