Soy de Fuenla; algunos dicen que somos una ciudad “chunga´´, que decimos pesi en vez de pepsi. Pero en mi ciudad…
En mi ciudad somos amables, nos ayudamos unos a otros y aunque digan que somos un barrio chungo; nos unimos como una piña.
En mi barrio crecí yendo a las Tres Pistas, paseando por el campo con mi abuelo, viendo jugar a los mayores en las pistas de la Avanzada, jugando por las calles con mis primos. En esas calles la abuela me enseño a montar en bici, sin ruedines, cuando apenas tenía 3 años. Aprendí de mi hermano mientras crecía, de sus fallos, pero también de sus aciertos.
Fui creciendo y creciendo, me iba a jugar a las pistas de futbol de Fuenlabrada central, donde se ponían las ferias. Luego iba con mis amigos a comer y a dar una vuelta al Carrefour donde estaba el ayuntamiento. En todas las ferias del libro que se celebraban allí, intentaba estar yo.
Estos barrios son los que en mi vida siempre estarán presentes. Aunque me valla de Fuenla siempre será mi hogar.
Siempre recordare las tardes que tenía que ir al Parque De Los Estados para coger el metro porque mis amigos vivían en Fuenlabrada central. También tendré siempre en mente los últimos días de clase en el colegio Vicente Blasco Ibáñez cuando hacíamos una fiesta.
Pero también recordare el día antes de las vacaciones de verano en el instituto IES Jose Luís López Aranguren cuando a última hora estábamos todos tirados encima de la mesa esperando a el timbre, sufriendo por el calor, y cuando sonaba el timbre pensábamos: ¡¡POR FIN!! Incluso lo gritábamos. Y salíamos corriendo y en la salida nos despedíamos unos de otros hasta el próximo año.
Incluso en la playa se acababa echando de menos Fuenla. Querías volver a echar la pachanguita con los de siempre y a echarte unas risas en la calle.
Me acuerdo del día que actué con los del instituto en el ayuntamiento viejo. Y cuando toque la guitarra en el mismo lugar. Y de cuando iba a ver los fuegos artificiales. Y de aquellas tarde en las que tenía que ir a la papelería Asterix a por un libro que me encargaran en el insti.
La verdad es que en Fuenla crecí y por ello la gente de aquí se merece mi respeto.