La ausencia de sol te evade del tiempo, la red es el imperio donde nunca se pone el sol. Retransmites tu vida en 140 caracteres. Tu libertad patrocinada, tus palabras vendidas al mejor postor. Sobredosis de información ahogan tus neuronas y asistes impasible a la revolución de la información. Crees navegar por un mar paralelo, pero tus palabras corren por un cable de teléfono, aún así no importa. Eras un ‘twittstar’. (Continúa leyendo…)
Eras feliz, volviste a nacer. Te reinventaste fingiendo ser quien no eras, fuiste ovacionado y reconocido. Hiciste del sarcasmo una forma de vida.
Con 10.000 ‘followers’ nunca debiste implicarte en la política. Lo tenías todo y creíste que podías cambiar las cosas con el poder otorgado, pero tus ‘trendin topic’ eran solo una mera monotorización del gobierno para controlarnos.
El ciberactivismo llamó a tu puerta. «Soy Anónimo!, somos legión!»—Predicabas. Celebrabas las caídas de los servidores de aquellas grandes multinacionales y gobiernos, como lo merece la victoria en una gran batalla.
Observado, redirigido, señalado, utilizado, manipulado, expiado, semantizado, abstraído, controlado, vendido, utilizado… cuando estás en la red.
Oye una pregunta como se vota?
Si lees las bases, todavía está abierto el proceso de inscripción de relatos. Será a partir de mañana cuando se puedan votar los relatos.