JuventudFuenla

Relato: Me gusta estar en la red sobretodo en Internet. Escucho música de David Guetta. (Continúa leyendo…)

Estaba en la calle, eran las 5 de la tarde, de pronto, me encontré sola, como si no hubiese nadie. Vi alguien detrás de mi, era un niño completamente negro solo la silueta, estaba pegado a mi por los pies y no podía hablar. De pronto salió del suelo se convirtió en chica y me dio una nota que decía ¡Ayúdame! (Continúa leyendo…)

Cuando estoy en la red, tengo la oportunidad de hablar con mi mejor amiga en el mundo, Marci, una marciana de Mercurio. Tuve la oportunidad de conocerle en uno de mis viajes, a través de la red, a un planeta lejano. Tuve la suerte de conocer a Marci y experimentar cómo es llevar una vida marciana, y todo a través de la red. (Continúa leyendo…)

Un día, una maestra recibió una llamada de rutina pidiéndole que visitara a un niño en el hospital. Tomó el nombre del niño y el número de la habitación. (Continúa leyendo…)

Cuando estoy en la red es un mundo nuevo, como que no hay nadie a mi alrededor, estoy sola, solo la red y yo. Me encuentro en un mundo nuevo de imaginaciones en el que puedo tener lo que quiera. Jugar, chatear, escuchar música, ver fotos, todo lo que quieras. Encuentro todo lo que quiero y lo que necesito. (Continúa leyendo…)

¡Cataplum! Resonó la puerta del aula. – ¡Si es que ha ido a pillar! ¿Cómo lo pone tan difícil? ¡Se habrá quedado a gusto! – voceaba el muchacho que pegó el portazo tras salir del examen de Filosofía. (Continúa leyendo…)

Cuándo estoy en la red, me gusta hablar con mis amigos los extraterrestres que me cuentan cómo viven y qué inventos han realizado. (Continúa leyendo…)

Habían pasado tan rápido los años, que casi no había tenido tiempo de fijarse en el sutil cambio. Pero éste reflejaba el giro que su vida había dado en el último decenio. Sobre su escritorio, el viejo espejo heredado de mamá había sido inevitablemente sustituido por aquel Pentium 4. (Continúa leyendo…)

Esta es nuestra historia, la historia de una revolución, de una revolución joven, la revolución de los sí-si: (Continúa leyendo…)

Pronto amanece, el despertador suena. Una jornada nueva, un amanecer nuevo.  Hay que despertar de la rutina, hay que cambiar.  Es lo que me digo todos los días,es la frase que me repito,cada mañana y cada minuto que siento que mis fuerzas empiezan a flaquear las palabras son como cuchillas que me atraviesan y los susurros que me llegan son el veneno que me mata poco a poco. (Continúa leyendo…)