JuventudFuenla

  Entregamos el trabajo de fin de curso Juan, Elena y yo. Todo el éxito de la mención de honor se concentró en la hora que duró la fiesta de entrega de diplomas. (Continúa leyendo)

Cuando estoy en la red pierdo parte de mi identidad para convertirme en alguien anónimo, mezclado entre una masa de personas anónimas pero con el mismo fin, poder viajar sin moverte del sofá. Es algo mágico, puedes descubrir rincones que nunca imaginaste pero que alguna vez soñaste.  (Continua leyendo…)

Es curioso como son las 4:25 de la madrugada y yo me dispongo a escribir unas líneas, lo más normal es que debería de estar descansando a estas altas horas de la noche pero claro, soy otro muchacho de esa “estúpida” moda de no hacer nada con mi vida. (Continúa leyendo…)

Era un día de verano como otro cualquiera, mientras mi abuela encendía su ordenador, yo vislumbraba las baratijas y libros viejos que había en el salón. Cuando  me quise dar cuenta, mi abuela ya estaba en facebook. Me temblaban las manos, el sudor recorría mi frente, pero mi abuela estaba lista y empezó a teclear su correo en la casilla adecuada. (Continua leyendo…)

Hoy he estado nadando entre pósters de Lucke Perry y coleccionables de pegatinas de Chabel. Hago limpieza de todo lo que huela a infancia o adolescencia, aunque en realidad solamente huele a humedad y a rancio. (Continúa Leyendo)

La madrugada se asoma por la ventana. El impávido silencio que acompaña a la noche, envuelve las paredes de mi casa, deteniéndose en un monitor que da vida a mi ordenador, y del que proceden unas silenciosas voces, que se agolpan ansiosas en sus entrañas, demandando mi somnolienta atención. (Continua Leyendo…)

Paseaba por las calles, ahí estaba, el comedor social. Me conocían desde hace unos años atrás cuando estudiaba cuarto o primero de bachillerato. (Continúa Leyendo…)

Cuando estoy en la red todo mi mundo se vuelve mejor. Hablo con la gente que me entiende, salen pequeños bichos del ordenador, hasta hablo  con mis amigas las moscas. (Continúa leyendo…)

Estoy preocupada, conozco a mi hermana y ella es de las que piensan que  Internet y el ordenador son inventos que te absorben el tiempo. Antes. Siempre era yo quien lo usaba, pero últimamente, es ella la que se ha enganchado. Llega del instituto y a penas come por encender el ordenador; la han quedado tres y eso no es propio de ella.

Diez, nueve, ocho mi vida empieza ya soy popular, soy diferente, soy quien quiero ser, soy la persona que en 140 caracteres o más es capaz de transmitir lo que quieren leer millones de internautas en la red. (Continúa leyendo…)