
En mi ciudad parece que nada cambia, pero cada vez que la miro, yo soy diferente. Y hoy estoy delante de una taza de café, pensando en que la última vez que observé este mismo cielo también fue porque parecía lo único que podía despejarme la cabeza. Entonces reparo en ella. Parece cansada. Lleva en los ojos conflictos de todo tipo, de los que se curan, y de los que no. Las ojeras ya forman parte de su rostro, y le cuelga una sonrisa cansada de los labios. Parece que también le gusta el café. Veo de reojo sus movimientos, cómo [ Read More ]